sábado, 12 de enero de 2013

A Tale Of Two Cities 'Capítulo 2' (Español)

Título: 'A Tale Of Two Cities' (Historia de dos ciudades)
Autor: Charles Dickens (Texto adaptado de Ralph Mowat)
Editorial: Oxford Bookworms
Capítulo 2: A wine-shop in Paris (Una taberna en París)


En una zona de París llamada San Antoine todo el mundo era pobre. Las calles eran estrechas y estaban sucias, las tiendas de comida estaban casi vacías. Las caras de los niños parecían ya viejas porque se morían de hambre. En la taberna de Monsieur Defarge no había muchos clientes y Defarge estaba fuera, hablando con un hombre en la calle. Su esposa, Madame Defarge, se sentó dentro de la tienda a hacer punto y a observar. Defarge entró dentro y su mujer lo miró, para luego centrar la mirada en dos nuevos clientes, un hombre de unos sesenta años y una joven señorita. Defarge fue a hablar con ellos, besando repentinamente la mano de la joven señorita, y los condujo a la parte trasera de la tienda. Ellos lo siguieron escaleras arriba, muchas escaleras, hasta que alcanzaron a llegar arriba. Defarge sacó una llave de su bolsillo. 
- ¿Por qué está la puerta cerrada con llave?- preguntó el señor Lorry con sorpresa.- Él ya es un hombre libre.
- Porque él ha vivido demasiado tiempo detrás de una puerta cerrada con llave.- replicó Defarge airadamente.- ¡Se asustará si la puerta no está cerrada con llave! Esa es una de las cosas que le han hecho.
- Yo también estoy asustada.- susurró la señorita Manette. Sus ojos azules miraban al señor Lorry con preocupación.- Tengo miedo de él, de mi padre.
Defarge hizo un montón de ruido mientras abría la puerta. El señor Lorry y Lucie entraron en la habitación detrás de él. Un delgado y canoso hombre estaba sentado en un asiento de madera. Él estaba muy ocupado, fabricando zapatos.
- Buenos días.- dijo Defarge.- Veo que sigue usted trabajando duro.
Al poco tiempo oyeron un susurro.
- Sí, sigo trabajando.
- Venga.- dijo Defarge.- Tiene una visita. Dígale su nombre.
- ¿Mi nombre?- dijo con un susurro.- Ciento cinco, Torre Norte.
El señor Lorry se acercó más al viejo hombre. 
- Dr Manette, ¿no me recuerda, Jarvis Lorry?- preguntó gentilmente.
El viejo prisionero levantó sus ojos hacia el señor Lorry, pero no se sorprendió, ni rastro de comprensión en su cara cansada, y volvió a su trabajo fabricando zapatos. 
Lucie se acercó al viejo hombre lentamente. Al poco tiempo se dio cuenta de su presencia.
- ¿Quién eres tú?- preguntó.
Lucie puso sus brazos alrededor del viejo hombre y lo sostuvo, mientras que sus lágrimas de alegría y tristeza recorrían su rostro. El viejo hombre cogió algo de cabello dorado de una bolsita. Él lo miró, y entonces observó el cabello de Lucie. 
- Es el mismo. ¿Cómo puede ser?
Miró fijamente el rostro de Lucie.
- No, no, eres demasiado joven, demasiado joven.
A pesar de sus lágrimas, Lucie intentó explicarle que ella era la hija que nunca había visto. El viejo hombre seguía sin entender, pero parecía que le gustaba el tono de voz de Lucie y el tacto de su cálida y joven mano sobre él. 
Entonces Lucie le dijo a el señor Lorry.
- Creo que deberíamos irnos de París inmediatamente. ¿Puede organizarlo?
- Sí, por supuesto.- dijo el señor Lorry.- Pero, ¿crees que será capaz de viajar?
- Él estará mejor lejos de esta ciudad donde perdió la mayor parte de su vida.- dijo Lucie.
- Tienes razón.- dijo Defarge.- Y hay otras muchas razones por las que el dr. Manette debería abandonar Francia ahora.
Mientras el señor Lorry y Defarge iban a organizar el carro para abandonar París, Lucie se sentó con su padre. Agotado por la reunión, cayó dormido al suelo, y su hija lo observó en silencio y con paciencia hasta que llegó la hora de irse.
Cuando el señor Lorry regresó, él y Defarge le llevaron al dr Manette comida y ropa. El doctor hizo todo lo que ellos le contaron; él había sido utilizado para obedecer órdenes durante muchos años. Tan pronto como bajó las escaleras, el señor Lorry le oyó decir una y otra vez, 'Ciento cinco, Torre Norte.'
Cuando fueron al carro, sólo una persona los vio ir: Madame Defarge. Estaba de pie en la puerta, tejiendo y observando, viéndolo todo...y no viendo nada.


Datos adiccionales:
Pasamos directamente de la acción en Londres a la acción en París. Esta vez, los hechos ocurren en una taberna situada en el barrio de San Antoine de la ciudad, donde en la parte trasera, escondido, se encuentra el padre de nuestra personaje Lucie Manette. Tanto ella como el señor Lorry van a visitarlo, ayudados por el dueño de la taberna, el señor Defarge, mientras que su esposa se queda sentada tejiendo cerca de la puerta. Parece ser que el señor Lorry no es reconocido por el padre de Lucie, el doctor Manette, aunque éste se siente bien con la presencia de su hija, que termina por decirle a su padre la verdad. Son estos cinco personajes, junto con la presencia de la misteriosa Madame Defarge (esposa del tabernero) los que completan este capítulo lleno de reencuentros.

Entre el vocabulario del capítulo destacan las palabras 'doorway', que significa 'puerta' y puede ser sinónimo de 'door', aunque también puede significar 'entrada'. También está la expresión de 'after a while' que significa 'al poco tiempo', expresión temporal que parece varias veces en el capítulo. Por último destacaremos el adjetivo 'wooden' que tiene traducción en español como 'de madera' y el adverbio 'angrily' que significa 'airadamente' o 'con furia, enfado'. 

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